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16.01.2019
Hace 85 años Koehler comenzó con la producción de cartón para naipes. Desde entonces, hay algunas cosas que han cambiado.
La sala de papel en la fábrica de papel August Koehler alrededor de 1939.
Se han agregado nuevas máquinas para fabricar papel y para acabado, se han abierto nuevos mercados, y Koehler también ha experimentado algunos auges. Pero hay algo que no ha cambiado: De Oberkirch proviene solamente la mejor calidad para los más grandes casinos del mundo.
La tradición trae aparejado que de vez en cuando haya algo que celebrar. Cuando se puede mirar hacia atrás a una historia de la empresa tan larga y cambiante como es el caso de Koehler, los aniversarios se ordenan uno tras otro como las perlas del collar de la Reina de Diamantes de un juego de póquer tradicional. Koehler se cuenta entre los fabricantes más importantes a nivel mundial del papel para este y otros juegos de cartas.
Hace 85 años: La máquina de acabado 1 comienza a trabajar
En 2019 Koehler celebra el aniversario número 85 . Tantos años hace desde que en el año de 1934 se adquirió en la sede de Oberkirch la primera máquina de acabado, conocida como máquina de acabado 1, la cual le permitió a la empresa producir el cartón para naipes recubierto por un solo lado. Se trataba de una máquina de acabado con cepillo, con secador de colgado. “Como en el caso de muchos logros técnicos, al principio se imitó lo que antes se había realizado a mano”, explica Hartmut Felsch, director de la planta de Koehler en Oberkirch.
“Los cepillos estaban equipados con crin de caballo, cerdas de porcino y pelo de tejón”, refiere en sus registros Hugo Lepold, director del taller de acabado de 1949 a 1988. “La aplicación de la pintura se realizaba mediante un rodillo de pintura recubierto de fieltro. El secado de la capa de pintura se realizaba en un cuarto de secado que el cartón atravesaba sobre varillas en bucles de 3 metros de alto, para luego ser enrollado. La capa de recubrimiento se aplicaba solamente de un lado. La velocidad era de unos 40 m/min.” Entretanto, el recubrimiento se aplica en línea a varios cientos de metros por minuto.
Altenburger: entonces como ahora un importante cliente
En el caso de esta máquina de acabado se trataba de un modelo usado, que Koehler había comprado de Dondorf en Sachsenhausen, cerca de Fráncfort. Con ella comenzó lo que llevó a Koehler a los más grandes casinos del mundo: y también uno que otro fenómeno de la moda. Sin embargo, la primera entrega se envió a un viejo conocido, la “Fábrica de naipes unida de Strahlsund y Altenburg”.
“Los de Altenburg”, como se conoce todavía a la empresa en Koehler, eran entonces socios de desarrollo, y son también todavía un apreciado cliente para el cartón para naipes. En aquel entonces se enviaban unas 100 toneladas por año a Turingia, y más tarde a Leinfelden/Echterdingen, cerca de Stuttgart. Entretanto ya son mucho más, así como también han aumentado claramente las ventas totales.
1952: Se agrega la máquina de acabado más moderna del mundo
Los años de la guerra frenaron a Koehler en sus esfuerzos de crecimiento. Ni en 1936 se pudo realizar la compra de una máquina usada para fabricar papel, ni las relaciones con los nazis carecían de tensiones. La economía de guerra y la falta de materias primas también agregaron lo suyo. La producción total se había reducido de más de 10,000 toneladas en los años 1930 a 5,700 toneladas en 1944, y el número de empleados se redujo de 600 a 216 a finales de 1945.
El cartón para naipes experimentó un ascenso en 1952 con la construcción de la máquina de acabado 2, una máquina de marca Jagenberg con cepillo de aire, secador plano y una anchura de trabajo de 1.5 metros. Hugo Lepold la llamaba en sus registros “la instalación de acabado más moderna del mundo en aquel entonces”. La máquina se conservó hasta 1971, pero en 1964 recibió apoyo de la nueva máquina de acabado 1 para la fabricación de cartón para naipes. La máquina de acabado 1 original ya no estaba a la altura de los tiempos. En 1971 se fabricó, además de la máquina para papel 4, la máquina de acabado 5, una máquina de acabado combinada Blade-Rollschaber, con un ancho de trabajo de 330 centímetros y una velocidad de 600 metros por minuto.
Con GPI a los casinos del mundo
En los años 1980 se comenzó a recubrir en Koehler el cartón para naipes en línea, es decir, ya desde la máquina de fabricación de papel. La cantidad producida era a fines de los años 1980 de 3,000 toneladas, que se comercializaban en su mayor parte en el mercado europeo. Solo a principios de los años 1990, Koehler se atrevió a “saltar el charco”, encontrando en el cliente Gaming Partners International (GPI; anteriormente Brown & Bigelow y Gemaco) un socio para una colaboración sustentable.
Mientras que el crecimiento con GPI impulsó más el camino hacia la fabricación de cartón de alta calidad para los casinos de juego del mundo, en 1995 se pudo lograr un avance cualitativo mediante cambios en la máquina de papel 4. La prensa de encolado se sustituyó con una prensa de película, lo cual hizo posible un recubrimiento de dos capas, mejorando con ello los parámetros de impresión. Cuando en 1998 se modificaron las máquinas de acabado 5 y 6 para convertirlas en la máquina de pegado 1, se hizo posible por fin también realizar el pegado a todo lo ancho de la máquina. Con esto, Koehler pudo poner bajo presión a algunos de sus competidores nacionales, hasta tal punto que se retiraron del mercado del cartón para naipes.
Un gran auge causa un alza en las ventas y la facturación
Sin embargo, Hartmut Felsch recuerda especialmente el año de 1999. “Recibimos un pedido de los Estados Unidos de 40 toneladas de cartón para naipes, y poco tiempo después otro, de más de 300 toneladas”, dice. “Después de eso, se realizaban pedidos mensuales de 1,000 toneladas.” La explicación era un fenómeno de auge, como se presentan de vez en cuando: Las cartas para coleccionistas de Pokémon se fabricaban con el cartón para naipes de Koehler. “En aquel tiempo ganamos mucho dinero”, dice Felsch. “Sin embargo, desafortunadamente este auge se acabó a fines del 2000 tan rápido como había venido.”
El hecho de que las figuras de Pokémon hayan sido desplazadas hace tres años por el celular, y en parte todavía lo estén siendo, no lo ve Felsch, al igual que a otros fenómenos de la digitalización, como problemático para el negocio de Koehler. “En el fondo, incluso es positivo”, dice. “Muchos fenómenos de auge digital de este tipo también tienen como consecuencia la producción de artículos de papel, lo cual nos beneficia a nosotros.”
El secreto para el éxito: Escuchar y comprender a los clientes
En términos generales, Koehler se ha especializado más bien en los naipes de alta calidad para casinos, donde se sigue impulsando hacia adelante el desarrollo con GPI. “El secreto radica en colaborar con el cliente, y escucharlo”, dice Felsch. “Tenemos que conocer y comprender las necesidades del usuario final.” Idealmente así no se notan los cambios solo cuando llegan reclamaciones.
Felsch está seguro que el cartón para naipes seguirá desempeñando un papel en Koehler también en el futuro. Por lo que se refiere a los volúmenes de producción, naturalmente no puede compararse con otros papeles especiales. Pero en Koehler se cuenta entre los productos que disfrutan de una relevancia especial, como se muestra también en el hecho de que desde hace 85 años se ha estado trabajando en su mejora continua. Porque a los más grandes casinos del mundo no llega cualquier tipo de naipes, sino solo los mejores. Y estos, los hace Koehler.
Jugando a las cartas de la "Fábrica de naipes unida de Strahlsund y Altenburg" de la época alrededor de 1930.