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26.07.2019
Koehler Paper Group produce cartón para cartas en Oberkirch desde hace 85 años. En los meses anteriores hemos venido informando acerca de la historia del cartón para cartas hecho por Koehler y también sobre los juegos de cartas populares en las distintas regiones del mundo y los diferentes tipos de baraja que existen. Pero aún quedan preguntas por responder.
Hablamos con nuestro compañero del departamento de ventas Jürgen Leber acerca del barniz de las cartas y la influencia que este que tiene al barajar.
Jürgen Leber ha sucumbido a la fascinación por las cartas. hace años trabaja en la venta de cartón para cartas de juego de Koehler y gracias a esa experiencia, y al tiempo que estuvo trabajando antes en el servicio técnico al cliente, no solo ha logrado adquirir un profundo conocimiento acerca del papel y sus propiedades. También sabe mucho acerca del acabado. Esto incluye el barniz que se aplica sobre las cartas impresas. “El barniz debe ofrecer una capacidad de deslizamiento especialmente buena para barajar y para poder manipular bien las cartas”, aclara. Además, con el barniz se protege simultáneamente la pintura de impresión que se encuentra debajo contra la fricción y el rozamiento mecánicos.
Tanto si mezcla un humano como si lo hace una máquina: El barniz ayuda a barajar
La capacidad de deslizamiento y la protección son propiedades que se ponen en la balanza. Así, hay barnices que favorecen más las propiedades de deslizamiento para facilitar el barajado de las cartas. Otros, por su parte, están más bien destinados a aportar resistencia al roce y a la protección de las cartas. “Esto depende de dónde y para qué se van a utilizar las cartas”, señala Leber. En consecuencia, no existe el “barniz perfecto”. “El barniz es un componente en un sistema en el que todo debe estar armonizado”.
De las películas de Hollywood conocemos las escenas en las mesas de Black Jack. Una persona baraja, hace que las cartas se deslicen entre los dedos, las coloca en forma de abanico y las reparte relajadamente a los jugadores. Pero la realidad es, por lo general, muy diferente. Con frecuencia, una máquina se encarga de barajar las cartas, mientras que los jugadores y el crupier juegan con otra baraja. “Barajar con la máquina es mejor para proteger las cartas”.
Otro aspecto a favor de barajar con máquina es que al barajar a mano la manipulación es más fácil. “Claro, solo en los casos en los que el crupier hace trampa”, señala Leber. “Pero también es posible colocar cartas previamente marcadas en las máquinas. Eso también sucede”. Entre tanto, en los casinos se baraja a mano con menos frecuencia de lo que Hollywood nos quiere hacer creer. Pero da igual si lo hacen humanos o máquinas: el barniz correcto ayuda a barajar.